LUIS ROLANDO SOLARES

OPINIÓN. La ausencia de futbolistas referentes en el medio nacional ha generado que los focos se centren en un patojo de 15 años, un talentoso prospecto que apunta a grandes cosas.

Marvin Ávila Véliz llegó finalmente a Antigua GFC, en medio de una discordia con Santa Lucía que deberá solventarse ante la Cámara de Resolución de Disputas de la Fedefut.

Con 15 años, ha sido su señora Madre quien lo ha guiado para que firme un contrato de tres años con los Panzas Verdes. Cuenta con la experiencia de haber debutado en la Liga Nacional.

El gran desafío de Ávila será encontrar poco a poco un lugar en el equipo profesional, en un equipo que ha reclutado a una constelación de prospectos que han destacado en otros equipos como Selvyn Sagastume (Nueva Concepción), Gavino Vásquez (Sololá), Oseas Guerra (Panajachelense) y Diego Fernández, entre otros.

Llega a un equipo que tiene condiciones para ayudarle a destacar, pero sobre todo a seguir preparándose en el fútbol y en sus estudios.

Ya tendrá tiempo para poder firmar por un equipo extranjero, cuando la reglamentación de FIFA lo permita, según la protección para menores de edad del ente rector.

El delantero está en su derecho de decidir en donde jugar y Antigua en su derecho de comprar. Ojalá hagan química y logre consolidar su carrera.

Eso sí, dejemos las cosas claras, por ahora Antigua no ha sido vitrina, ni puente para ningún jugador nacional. Para eso, Ávila tiene que tener claro que sólo la Selección lo puede catapultar al extranjero.

Paso a paso, Marvin Alexander Ávila Véliz, disfruta con responsabilidad del fútbol y, seguramente, la consolidación llegará.

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