LUIS ROLANDO SOLARES

De lo nuestro lo mejor, los entrenadores guatemaltecos Erick González y Eddy Arenas guiaron a sus equipos Deportivo Marquense y Juventud Pinulteca a la gran final del Torneo de Apertura 2023 de la Liga Primera División.

Ambos lo hicieron de una forma admirable. Sus equipos al inicio del campeonato no eran favoritos para llegar a esta instancia. Y no porque no tuvieran la capacidad, sino porque otros equipos tenían mayor capacidad de poder adquisitivo.

González llegó cuando el campeonato ya había empezado y Arenas en su primera incursión como entrenador titular logró guiar a un equipo que durante todo el semestre mantuvo problemas económicos.

Es decir, la mano de ambos entrenadores no solamente se vio plasmada dentro del terreno de juego en los aspectos tácticos, técnicos y hasta físicos, sino también en la parte psicológica para motivar a sus futbolistas a no darse por vencidos ante las adversidades.

González y Arenas coincidieron como futbolistas. Creo que hasta amigos son. Y ahora se verán las caras como entrenadores en una disputa por un título.

Además, anticipadamente ya se han garantizado como mínimo disputar un partido para pelear por el ascenso a la Liga Nacional.

Ambos entrenadores son una realidad con diferente forma de conceptualizar el fútbol, metodología, sistema y modelo, pero ambos se han capacitado después de retirarse como futbolistas activos.

Capacidad y talento tienen. Esperamos que en un futuro mediato poder verlos en la Liga Nacional. Ahora como entrenadores consolidados que por sus logros reclaman un lugar en el máximo circuito del fútbol guatemalteco.

Enhorabuena por Erick González y enhorabuena por Eddy Arenas.