Preocupación y selección riman y combinan en la actualidad para Guatemala, después de cinco partidos consecutivos sin conocer la victoria, tres derrotas y dos empates.
Esta vez fue 1-0 ante Islandia y pudo ser más. Y es que el funcionamiento de Guatemala va de más a menos y parece que está en picada libre.
Esta derrota ante Islandia deja un sabor amargo debido a que los europeos mostraron muy poco y Guatemala tardó en interpretar la lectura del juego.
Se ordenó bien en defensa, pero nuevamente atacó poco. Fueron constantes las imprecisiones y muchas veces recurría al pase largo, ese en el que se divide y se pierde. Sin ideas, sin asociaciones principalmente en el mediocampo.
La ofensiva fue pobre. El primer tiro a portería fue al minuto 52 y cuando despertó en el epilogo del juego ya era tarde.
Preocupa ya que son dos años ya del proceso de Luis Fernando Tena y todavía no vemos mucho la mano del experimentado entrenador mexicano.






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