La caída de la Selección Nacional Femenina 1-3 ante su similar de El Salvador deja muchos aspectos para analizar en el proceso de la entrenadora costarricense Karla Alemán.

Primero hay que dejar en claro que la Selecta le pasó por arriba a la Bicolor, fue absolutamente superior el elenco salvadoreño, de hecho, las guatemaltecas la sacaron barata porque pudo ser una goleada de escándalo.

El técnico de El Salvador leyó mejor el partido y se anticipó a los escenarios, le quitó la pelota a Guatemala y con una presión intermedia complicó la salida y se aprovechó de la fragilidad defensiva con jugadoras rápidas y explosivas como Brenda Cerén, quien milita en el Atlas de la Liga MX y sin tantos reflectores marcó la diferencia con tres goles en el partido.

Si bien es cierto que la expulsión de Savianna Gómez complicó el funcionamiento de Guatemala, hay que decir que cuando estaban 11 contra 11 El Salvador, igual, fue superior.

Hay que contextualizar que este es un fracaso por donde se le vea, no solo por la forma en la que se cayó sino porque fue ante El Salvador. No fue ante una potencia o una selección mundialista hay que asumir las responsabilidades de tener un partido mal planteado y de no tomar las precauciones del caso.

Eso sí, es un proceso en el que Guatemala ha conseguido resultados interesantes, principalmente, en relación a los predecesores de Karla Alemán.

El proceso debe continuar debe hacerse un análisis a conciencia de lo sucedido en Los Ángeles, pero se debe ser muy autocrítico y darse cuenta de que este tipo de competencias se ganan también con detalles y que Guatemala no supo cuidarlos.

¿Ustedes qué opinan?

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