Hernán Darío El Bolillo Gómez dirigirá a su cuarta selección en Centroamérica tras su paso por Guatemala, con más pena que gloria, Panamá a la que llevó a su primer mundial, Honduras en un paso decepcionante y ahora se hará cargo de El Salvador.

Guatemala fue el primer puerto del Istmo en el que desembarcó el colombiano que venía precedido de clasificar a Ecuador por primera vez a una copa del mundo, la de Japón-Corea 2002.

Acá vino en un momento en el que la Bicolor necesitaba un entrenador de jerarquía pues había estado a un paso de la clasificación al Mundial de Alemania 2006. Pinta tenía para serlo y aunque mostró poco, cuando quiso darle ese toque a Guatemala, como en el triunfo aquel del amistoso ante México(3-2).

Infelizmente, hay que hablar más de su trabajo fuera del campo que dentro del campo.  Visitó poco o nada a los clubes del interior del país. Su universo de jugadores como él lo dijo -en su momento- fueron los dos equipos grandes.

Vivió más tiempo en Colombia que en Guatemala. Y le gustaban los whiskeys.

Sí, yo lo vi entrenar y en la cancha debo decir que tenía sus cositas. Sabía sacarle provecho a los jugadores, pero siempre me quedó ese concepto que era un buen técnico pero que trabajaba con el mínimo esfuerzo.

Era más de buenas relaciones con dirigentes, más de llevarse bien con el futbolista. Pero no le alcanzó mucho por acá en Guatemala.

Reitero, buen técnico pero tiene que trabajar. No sé si ahora, 17-18 años después lo vaya a hacer.

Ojalá le vaya bien en El Salvador, porque está claro que hay que trabajar para alcanzar el objetivo con las selecciones del Istmo, a las que no le sobra nada y les falta mucho.

FOTO: Gores (QEPD), 2007.

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